lunes, 26 de julio de 2010

Flora de Sudáfrica





Sudáfrica cuenta con más de 20.000 plantas diferentes, que representan cerca del 10% de todas las especies conocidas del mundo, por lo que es considerada un área particularmente rica en biodiversidad vegetal.

El bioma prevalente en el país es la pradera, especialmente en el Highveld, donde la flora predominante son los pastos, los arbustos bajos y las acacias, principalmente las de espina blanca y camel. La vegetación es más escasa hacia el noroeste, debido a las bajas precipitaciones de lluvia.

WWF distingue cuatro ecorregiones de pradera de montaña dentro del país:

Pradera del Alto Veld, en el Highveld
Pradera montana de los Drakensberg, en los Drakensberg, por debajo de los 2.500 metros
Pradera altimontana de los Drakensberg, en los Drakensberg, por encima de los 2.500 metros
Matorral de Maputaland-Pondoland, en los valles de las estribaciones meridionales de los Drakensberg
El pasto y los espinos de la sabana dan paso progresivamente a los arbustos de la sabana hacia el noreste del país, con un crecimiento más lento. Existe un número significativo de árboles baobabs en esta área, cerca del extremo norte del Parque Nacional Kruger.

WWF divide la región de sabana del nordeste en tres ecorregiones, de este a oeste: sabana arbolada de mopane del Zambeze, sabana arbolada de África austral y sabana arbolada del Kalahari.

La región desértica del Karoo, en el oeste del país, se divide en tres ecorregiones: el Karoo suculento, cerca de la costa; el Karoo nama, en el interior (Namaqualand), donde existen varias especies de plantas que almacenan agua, como los aloes y euforbias; y por último, y más al norte, la sabana xerófila del Kalahari.
El bioma mediterráneo del fynbos, uno de los seis reinos florales, está ubicado en una pequeña región del Cabo Occidental y consta de más de 9.000 de estas especies, lo que lo convierte en una de las regiones más ricas del mundo en términos de Biodiversidad Floral. La mayor parte de las plantas son perennes y de hojas duras con hojas finas como agujas, como por ejemplo las plantas esclerófilas. Otra planta exclusiva de Sudáfrica es el género de las proteas, de las cuales existen alrededor de 130 especies diferentes en este país. WWF divide esta región en tres ecorregiones: fynbos y renosterveld de tierras bajas, fynbos y renosterveld de montaña y matorral de Albany.


Si bien Sudáfrica cuenta con una gran cantidad de plantas florales, posee pocos bosques. Sólo el 1% de Sudáfrica es bosque, que se encuentra casi exclusivamente en el plano costero húmedo del Océano Índico en KwaZulu-Natal: la selva mosaico costera de KwaZulu y El Cabo y la selva mosaico costera de Maputaland y, más al sur, la selva montana de Knysna y los montes Amatole. Existen reservas incluso más pequeñas de bosques que se encuentran fuera del alcance del fuego. Las plantaciones de especies de árboles importados son predominantes, en particular del eucalipto no nativo y el pino. Sudáfrica ha perdido una extensa superficie de hábitat natural en las últimas cuatro décadas, debido a la sobrepoblación, a los patrones descontrolados de desarrollo y a la deforestación del siglo XIX.

Sudáfrica es uno de los países más afectados por la invasión de especies foráneas (por ejemplo la Acacia mearnsii, Port Jackson, Hakea, Lantana y Jacarandá) que son una gran amenaza a la biodiversidad nativa y la actual escasez de recursos hídricos. El bosque templado original que encontraron los primeros europeos que se establecieron en este país, fue explotado despiadadamente hasta que sólo quedaron unas pocas y pequeñas áreas. Actualmente los árboles de maderas nobles en Sudáfrica como el Podocarpus latifolius, el Ocotea bullata y el Olea laurifolia se encuentran bajo protección gubernamental.

Finalmente, en la costa del Índico se encuentran varios enclaves de manglar de África austral.

Se espera que el cambio climático conlleve un incremento en el calentamiento y la sequedad de forma considerable para esta región que ya es semi-árida, con mayor frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, como olas de calor, inundaciones y sequías. De acuerdo a los modelos computacionales realizados por el Instituto de Biodiversidad Nacional de Sudáfrica (SANBI, por sus siglas en inglés)[30] (junto con muchas de sus instituciones asociadas), algunas partes de África del sur verán un incremento en su temperatura de cerca de 1 °C a lo largo de la costa, que podrá llegar a superar los 4 °C en las ya calurosas tierras interiores, como en Cabo del Norte a fines de la primavera y el verano del año 2050.

El Reino Floral del Cabo ha sido identificado como uno de los puntos más sensibles de la biodiversidad sudafricana, ya que será seriamente afectado por el cambio climático y cuenta con una enorme diversidad de vida. Las sequías, el aumento de la intensidad y la frecuencia de los incendios y el incremento de la temperatura llevarán a la extinción de muchas de estas especies exóticas

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